Aquí te va, es fastidiosa pero efectiva.
Ingredientes: Seis tomates pelados, seis cebollas grandes, dos pimientos verdes, un ramillete de apio, un repollo o col. Sal y pimienta al gusto o especias. Si lo deseas puede añadir un cubito de caldo de pollo.
Preparación: Escaldar los tomates, poniéndolos un minuto en agua caliente, y pelarlos. Pelar las cebollas y partirlas en trozos pequeños. Quitar las hojas externas del repollo o col y partir en trozos pequeños; cortar los pimientos y el apio en trozos pequeños; poner las verduras en una olla grande y echar agua hasta cubrirlas. Disolver el cubito de caldo, añadir la pimienta y el oregano (especias opcionales), llevar a ebullición y dejar hervir a fuego fuerte durante 10 minutos. Bajar el fuego, tapar la olla y dejar que se cocine aproximadamente 30 minutos, hasta que las verduras estén cocidas.
Puedes ponerla en la licuadora o comerla así. Es mejor preparar bastante cantidad, puedes guardarla en el refrigerador o congelar raciones. Puedes tomarla fría o caliente, pero aconsejan calienta porque la sensación de saciedad es mayor, aparte del efecto reconfortante que le añade.
La sopa es un comodín. Se toma cuando aparece la sensación de hambre y se puede tomar toda la cantidad que quieras. Se come todo, no solamente el caldo.
Primer día
Comer sólo la sopa y frutas frescas (de las que quieras excepto plátano). Se recomienda melón y sandía porque son frutas con pocas calorías. De beber, té y café (sin azúcar), agua y jugos de frutas naturales (diluidos en agua y sin azúcar), no es recomendable utilizar los industriales, sino prepararlos nosotros.
SEGUNDO DÍA
Debes comer sólo la sopa y verduras al vapor, mejor de hoja verde. Puedes tomar toda la cantidad que desees, tanto de sopa como de verduras que pueden ser frescas, de lata, o congeladas. Si están cocidas que sean con el caldo de la sopa. No ponerles ni mantequilla ni aceite. No comer maíz, chícharos o judías. Por la noche se puede comer, además, una papa grande al horno con un poco de aceite de oliva, este día no se puede come fruta.
TERCER DÍA
Este día es la combinación de los dos anteriores: se puede tomar toda la sopa, fruta y verdura que quieras. No puedes comer plátano ni papa al horno.
Si se han seguido todas las instrucciones sin hacer trampa se debe haber perdido entre dos y tres kilos de peso después del tercer día. Puede que la pérdida sea menor (alrededor de 1.5 Kg), lo que se atribuye más bien al agua. Sin embargo, el peso no tardará en disminuir.
CUARTO DÍA
Comer sólo la sopa, hasta seis plátanos o al menos tres, y leche descremada y tantos vasos de leche descremada como quieras.
QUINTO DÍA
Hoy se come sopa y carne de res (entre 125 y 250 gramos), aunque puedes sustituirla sólo este día por pollo sin piel o pescado al horno, pero ten en cuenta que el sexto día deberás comer carne) y seis tomates frescos (siempre pelados). Tienes que beber entre cinco y ocho vasos de agua para eliminar el ácido úrico que da la carne. Tomar la sopa por lo menos una vez en este día.
SEXTO DÍA
Carne de res obligatoria (de dos a tres filetes) y toda la verdura (preferiblemente de hoja ancha) que desees hasta quedar completamente satisfecho. Se puede comer bistec de desayuno, almuerzo y comida. Tomar la sopa al menos una vez al día.
SÉPTIMO DÍA
Para terminar la semana debes comer arroz integral (con cáscara, medio pimiento marrón, hervido o, mucho mejor, cocinado al vapor), jugos de frutas naturales (mejor diluidos en agua y sin azúcar) y verduras hasta satisfacerte. Se tiene que tomar la sopa al menos una vez al día.
Progreso después de los siete días de dieta: Se debe haber bajado entre cuatro y ocho kilos, aunque hay diferencias según el peso que se necesita perder y la constitución de cada persona. Como son alimentos pobres en sodio y ricos en potasio, las personas que retenían muchos líquidos perderán más peso que aquellas que retengan menos.
NO SE DEBE SEGUIR LA DIETA MÁS DÍAS, aunque podrá volver a hacerse en ocasiones excepcionales. Para mantenerse después en el peso se puede sustituir una comida o cena por la sopa una vez que termine el régimen y regreses a tu alimentación habitual, siempre y cuando la otra comida sea suficientemente abundante y variada.